Prueba: Alfa Romeo 4c Spider

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Por cortesía de MotorDos, probamos el «Mini Ferrari» de Alfa Romeo

Cuando Alfa Romeo lanzaba al mercado “Il Mostro”, un vehículo extremadamente especial fabricado pos el carrocero Zagato sobre la base el Alfa 75 IMSA, se trataba de un coupé para auténticos apasionados del automóvil y de la firma italiana.

La situación atravesada por la firma entonces era muy delicada y Fiat tomó control absoluto de la marca del Biscione. El 75 de Zagato fue el último Alfa Romeo tracción trasera hasta que apareció el Alfa Romeo 4C, 23 años después. Otro modelo diseñado para auténticos “locos de los coches” y de la marca.

Hoy, gracias a Motor Dos, os traemos la prueba de uno de esos vehículos especiales, más si cabe que un mito como el Miata, el Alfa Romeo 4C Spider. Este modelo italiano se fabricaba con un chasis de fibra de carbono (igual que los superdeportivos) con tecnología desarrollada por Dallara.

Este no era un proyecto desarrollado por Alfa Romeo, ni iba a ser un Alfa. Los chicos de Abarth se encontraban trabajando en ello con el equipo de Dallara y cuando llegó el momento de poner precio se dieron cuenta que vender un vehículo del escorpión por la cantidad necesaria para amortizar la inversión era imposible.

Por lo que en el seno del grupo Fiat Chrysler Automobiles se acabó por decidir que este sería el primer modelo de la nueva Alfa Romeo. Así llegó esta especie de “minisuperdeportivo” a las mesas de dibujo da la firma Milanesa.

También se les ocurrió la genial idea de meter el motor V6 de origen Ferrari que equipa el Giulia Quadrifoglio en el pequeño de la casa, pero este saldría al mercado como Maserati y no como Alfa Romeo.

Sea como fuere al final acabaron incorporando el motor del entonces Giulietta QV, en una nueva versión, con bloque de aluminio. El motor  que propulsa al 4C es un 1.75 litros turboalimentado capaz de aportar al pequeño de Alfa 241 CV y 350 Nm de par.

Es verdad que ha perdido el maravilloso “Busso”, un V6 que pone los pelos de punta con su impresionante sonido. A cambio obtiene mayor eficiencia. En nuestra opinión este motor, con cilindrada mítica para la marca, es muy bueno para muchas cosas pero demasiado agresivo para el 4C Spider. Es un motor que entrega todo de una sola vez y, en consecuencia, se hace difícil de dosificar. ¡Cuánto se echa de menos al “Busso”!

Una vez en marcha el Alfa Romeo 4C Spider nos recuerda que es un deportivo en muchas cosas pero, tiene una puesta a punto muy conservadora, enfocada a que cualquiera pueda conducir el coche. Esto es comprensible ya que el cliente que se compra un vehículo así para entrar a realizar tandas en circuito tiene los conocimientos y la capacidad para realizar el «set up» que él estime óptimo para el uso que va a realizar.

En curvas rápidas es dónde nos demuestra que estamos ante un deportivo de pura cepa, un coche que impresiona por su paso por curva y la aceleración lateral que llega a soportar. Todo con unos neumáticos nada llamativos de 205 mm en el eje delantero y 235 mm en el trasero.

La puesta a punto de este modelo hace que sea algo peculiar de conducir y sea mucho más agradable en carreteras rápidas que en zonas reviradas. Se ha buscado un comportamiento algo subvirador y, además, se  echa en falta un diferencial autoblocante para poder redondear a voluntad las curvas más cerradas.

Alfa Romeo deja claras sus intenciones con el modo RACE del DNA que elimina la asistencia electrónica a la estabilidad. Esto nos hace ver cómo la firma ha pensado en aquellos que utilizarán el coche para divertirse dentro y fuera del circuito aunque haya elegido unos parámetros más conservadores en su puesta a punto.

El habitáculo deja un sabor agridulce, es bonito por su diseño y los materiales utilizados tienen buena calidad pero carece de redes u otro elemento que nos sirva para dejar algún objeto. La rodilla de nuestro acompañante siempre irá pegando contra la parte trasera de los mandos de la climatización y la radio parece que la compraron a última hora. En nuestra opinión un coche como este podría ir sin radio y sin aire acondicionado pero si quieres venderlo tiene que tenerlo.

Su capacidad de carga no es muy grande apenas son 110 litros de maletero que se ven mermados por la inclusión del kit reparapinchazos y los triángulos, ambos obligatorios. La marca podía haber pensado una ubicación diferente para estos elementos, por ejemplo ese enorme espacio tras los mandos de la climatización. Aun así nos cabrán dos maletas de fin de semana.

Y por fuera… El Alfa Romeo 4C Spider es un espectáculo desde dentro y desde fuera, el coche puede gustarte más o menos pero constantemente te miran, la gente se para mientras cruza y lo comenta… Pero lo mejor se todo es que todo es funcional, no lleva una toma de aire que no sirva para nada o un alerón gigantesco e inútil.

De hecho es un vehículo asimétrico con una entrada de aire extra en el lado izquierdo, tras ella se ubica el radiador del aceite. Esta toma fue añadida con posterioridad al lanzamiento del modelo en Estados Unidos, pues en Laguna Seca tenían problemas con la temperatura del aceite tras tandas de 6 horas. Algo normal en un coche que nunca fue pensado ara tandas tan largas en un clima tan cálido, pero Alfa supo reaccionar e incorporó un radiador de aceite al modelo.

Nosotros nos hicimos 200 kilómetros con él y podemos asegurar que el coche puede ser utilizado, tiene sus inconvenientes y una puesta a punto personalizada no le viene nada mal. Pero… ¿Qué modelos hay en el mercado tan especiales como el Alfa por su mismo precio?

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